Hagamos una fiesta
SOY UNA CASITA
Soy una casita de azúcar y papa
una piñata a la que le dan aire y aguanta
un budín de preocupaciones.
Adentro un bebé del tamaño de un ananá o de un zapallo
que golpea y baila como yo supe bailar alguna vez
con movimientos blandos pero encendida
cuando confiaba en los desconocidos
y mi cara transpirada brillaba con la primera luz de la mañana.
A UNA MUJER
A una mujer con ojeras y cara de loca
no se le pregunta cuánto pesó el bebé
cuánto midió el bebé
no se le dice la familia es lo más importante
mejor no intentar.
CÓMO HICIERON
En el útero
mi tía se comió a su hermano gemelo
mi hermana convivió siete meses con un tumor
aprendieron algo sin darse cuenta.
Yo giré sin parar durante un tiempo
cuarenta y nueve torsiones sobre mi propio eje
nací de golpe un jueves a las tres de la tarde.
En el útero
después tuve restos coágulos cosas
que no sabía nombrar
al final ¿era un nudo o un agujero?
A mis amigas les pasó lo mismo
tampoco encontraron palabras.
Me pregunto cómo hizo Mónica
para parir tantos hijos tan lindos y buenos
yo tuve uno solo y casi lo mato de taquicardia cuando le dije
dale
vení que yo hago fuerza.
Cómo hizo esa chica de Filipinas que ganó el Record Guinness
amamantó a su hijo durante ocho años.
¡Ocho años!
O cómo hacen esas mujeres impecables
en las tapas de revistas que no me interesan en absoluto pero miro
asombrada.
Cómo hicieron para peinarse vestirse
sonreír.
Cómo hizo mi abuela cuando la dejaron sola
en una ciudad nueva sin un peso
con las manos lastimadas de trabajar
y una hija.
En el útero todo se mezcla se desparrama
viene la tormenta de Santa Rosa
se caen los postes de luz los acantilados
las cloacas revientan todas
se te meten basuritas en el ojo y llorás.
En el útero suenan relámpagos cae granizo
dicen que no hay que salir
está prohibido salir por un par de semanas
años enteros en la cama
hay que quedarse quieto
taparse hasta la nariz dicen
en el útero no se distinguen el día
la noche
las preguntas las ideas
todo lo que pensás hace eco retumba
cómo hacía mi abuela cómo hacía
alguien que me diga cómo hicieron
cómo.
FELICES TODAVÍA
Dije que jamás iba a decir la maternidad es esto o es aquello
pero sí: la maternidad es una serie de acciones interrumpidas
además los libros sobre maternidad siempre tienen una frase que empieza así ¿no?
La maternidad es un cementerio de tazas abandonadas por la mitad
dos o tres libros apenas empezados
una media sí la otra no
el agua hirviendo
ese viaje al culo del mundo que ya no vamos a hacer
un baño rápido antes que se despierte
sexo rápido antes que se despierte.
La maternidad es estar en silencio
revolver la olla en silencio
poner las cosas en cajas hacer una mudanza en silencio
hablar en silencio
comer el pan tostado con queso en silencio
llorar una por una tus desgracias en silencio
esconder en una cartera o en un cajón del escritorio las ganas de morirte.
Los días los minutos pasan arando como autos de carrera de colores que no llegás a distinguir.
Y todo esto es un enorme lugar común en el que vos y yo caímos
o nos tiramos.
Y desde arriba los demás nos miran
y desde abajo miramos nosotros felices todavía.
ESTE VERANO
Este verano no vamos a ir a la playa.
No voy a enseñarte cómo funcionan algunas cosas
ni decirte que las tormentas mueren en el mar
y hasta los caracoles más originales se convierten en adornos feísimos.
El viento no nos va a molestar en la cara
ni va a llenar de arena nuestra comida.
Tampoco vamos a meternos en casas abandonadas
o sacar malezas para montar un picnic familiar.
Una tarde jugando en la orilla
no va a ser el recuerdo feliz de tus primeras vacaciones.
No te preocupes
yo tengo de esos recuerdos y la verdad es que no sirven para nada
picaduras de aguaviva, máquinas de videojuegos
pirulines y palito bombón helado
un licuado de frutilla con mucho hielo.
Este verano no vamos a ir a la playa.
Seguro el calor nos aplaste en alguna terraza
vos aprendas el arte de la siesta
yo vuelva a fumar de vez en cuando.
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Agustina Catalano es profesora en Letras. Actualmente realiza una investigación doctoral sobre la obra de Roberto Santoro en la Universidad Nacional de La Plata. Publicó los libros Un lugar donde pasar el verano (Fantasma, 2019), El tamaño de mis miedos (Concreto editorial, 2018), Dos mil doscientos ochenta y uno (2014) y Correspondencia (fanzine, en coautoría con Joaquín Correa, 2015), ambos por La Bola Editora. También fue guionista de dos cortometrajes: Creo que es sábado (2018) y La navidad de Griselda (2016). Participó en la edición 2019 de la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires.
Ilustración// «An allegory of Victory», Jules Joseph Lefebvre