Magia/Poesía

Liliana Ancalao

El frío
Las mujeres y el frío
yo al frío lo aprendí de niña en guardapolvo
estaba oscuro
el rambler clasic de mi viejo no arrancaba
había que irse caminando hasta la escuela
cruzábamos el tiempo
los colmillos atravesándonos
la poca carne
yo era unas rodillas que dolían
decíamos qué frío
para mirar el vapor de las palabras
y estar acompañados.

las mamás
todas
han pasado frío
mi mamá fue una niña que en cushamen
andaba en alpargatas por la nieve
campeando chivas
yo nací con la memoria de sus pies entumecidos
y un mal concepto de las chivas
esas tontas que se van y se pierden
y encima hay que salir a buscarlas
a la nada.

mi mamá nos abrigaba
ella es como un adentro
hay que abrigar a los hijos
el pecho
la espalda
los pies y las orejas
dicen así
y les crecen las ramas y las hojas
y defienden a los chicos del invierno
y a veces sale el sol y ellas tapando
porque los brazos se les van en vicio
y hay que sacarles
despacio
con palabras
esos gajos.

pero el frío no siempre
lo sé porque esa noche en aldea epulef
dormíamos apenas
alrededor de nuestro corazón al descampado.
eufemia descansaba el purrún del camaruco
y la noche confundió su pelo corto con el pasto

era la madrugada y eufemia despertó
con la helada en el pelo
y el frío esa vez tenía boca
y se reía con nosotras
se está poniendo viejo el frío nos decía

las mujeres aprendemos
tarde
que hay un tiempo en la vida
en que hasta sin intención
vamos dejando una huella de incendio
por el barrio
ni sé por qué la perdemos
y esa tarde yo precisaba
medias de lana cruda para cruzar las calles

en las ciudades el frío
nos raspa las escamas
punza en la nuca
se vuelve más prolijo
en eso andaba y a la noche
había un hombre en mi cama
o era un niño o un muchacho
yo no quería respirar muy fuerte

tiene las manos abrigadas este hombre
entonces por qué me fui
para ver si salía a buscarme o me dejaba
a que los esqueletos de pájaros
se incrusten en mi cara

como el eco del silencio
seré si no me encuentra

por hacerme la linda

encima me da abismo
este frío
sangre azul.

 

 

HIJAS
I
yo andaba
tan derramada por la vida
dando lástima imagino
qué dirían de mí
tan regalada al mar

y me nacieron

dos hijas madrugadas
de innumerables ojos
brillantes impacientes

vinieron a juntarme
me ordenaron los días
en estantes de leche
trivisol
y vitina

sin consultar siquiera
me invadieron

II
nacieron
y los peces relampaguearon en la oscuridad
y hubo fauces por los cuatro costados

aprendimos el lacerante miedo
de no tener pan
y abrigo
para ustedes

III
qué resistencia de personitas
al acecho
de un resquicio una fisura
por donde filtrar su luz
su desbandada luz
su verdad insoportable

justo a nosotros
que nos hacemos los fuertes
justo a nosotros
y nos quedan grandes

IV
y cuando ya no puedo
cuando el viento me arroja paladas de ceniza
y ya casi me tiene
ahí apagada

abren a gritos la puerta más pesada
pasan a risas sobre el silencio más sordo
y me traen ¿para mí?
una flor amarilla de esas
que pegotean su perfume en el baldío

se van
tras el amigo nuevo que junta cascarudos

yo me quedo así
recordada
como una piedra

quién lo diría
voy a estar aquí
cada vez que vuelvan

 

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Liliana Ancalao nació en 1961 en Chubut. Forma parte de la comunidad mapuche-tehuelche Ñankulawen. Profesora de Letras. Forma parte del grupo universitario de investigación de Mapuzungun (idioma originario Mapuche) e integra el colectivo poético Peces del Desierto.
Publicó Tejido con lana cruda (2001) y Mujeres a la intemperie-pu zomo wekuntu mew (2009), ambos reeditados por El Suri Porfiado. Reunió sus ensayos en Küme miawmi – Andás bien (2016).
Forma parte de las antologías Taller de escritores. Lenguas indígenas de América (1997, Chile), La memoria iluminada. Poesía mapuche contemporánea (2007, España), Mamihlapinatapai, poesía de mujeres mapuche, selknam y yámana, Escribir en la muralla, poesía política mapuche (2010, coedición Desde la Gente – Centro Cultural de la Cooperación) y Kümedungun-kümewirin, antología poética de mujeres mapuches, siglos XX-XXI (2011, LOM Ediciones, Chile).