Magia/Poesía

Nina Jäger

la medida de lo posible
apenas vivías en mí
solo eras latido, un pulso
que se abría paso. Eras
lo inflamado
lo húmedo
lo tibio
mi cuerpo era tu casa
mi sangre tu alimento
te daba
aire
tierra
agua
fuego

yo era tu condición
básica de supervivencia
y así
pasaban
los días

después hubo gestos
tuyos hacia mí
eras igual, pero con cara
patente, palmaria
una risa que decía
acá estoy
una lágrima que insistía
permanezco

de otra manera pero yo
seguía siendo
tu condición de supervivencia
y así
pasaban
los días

entonces ya estabas lista
(¿o yo lo estaba?)
para salir al mundo
al resto de mundo
para tener tu gente
distinta de la mía
para ser el centro de un conjunto
que te tiene como centro

hoy no soy tu condición
básica de supervivencia
y así
los días
pasan

entre vos y yo apareció
una tercera dimensión
un espesor
y nos llenamos de palabras
que aprendemos a usar
para nombrar lo tuyo y lo mío
lo que está con cada una
cuando no estamos juntas

qué es
el lenguaje sino
la forma
más ingeniosa
la más accesible
tal vez la única
de habitar la ausencia

 

expiación
las manos de papá
fabricaban estrellas de silicona
con una pistolita
les daba forma
sobre mi vestido
para volverlo túnica
de maga. era una musculosa
blanca comprada de oferta
el cilindro
de madera, la varita
mágica con una estrella
en la punta
era lo único en su lugar
de todo el disfraz
blanco – correspondía azul
corto – correspondía largo
fue el ridículo
del grado el fuera de lugar
era no encarnar
el personaje no poder
vestir su ropa
no querer que me miren
en ese lugar fuera de lugar y que comparen
con la del traje
alquilado
el orgullo
en los ojos de papá y no decirle
que no sepa
que el color
blanco es vergüenza
que las estrellitas
de silicona no le quitan
la condición de oferta
la nada
en mamá, la apatía
fue la única en no advertir
que no estaba
vestida de maga
sino de nena en la playa
con una varita mágica
y mucha silicona
sus ojos deshabitados
me acuerdo de no encontrarla
en su dolor

pero ahora que sé
cuánto pesa
un cuerpo sobre otro y sobre todo
cuánto espacio
ocupa en la cama
ahora que sé
cuánto cuesta
pagar
pegar
cientos de pompones
de algodón para hacer
un disfraz de oveja
ahora que conozco
la frustración del despegue
de los pompones
adheridos con silicona
transparente
la ironía de la fiebre
el mismo día del acto
ahora que tengo
los ojos del orgullo
del sueño
y del no poder
guardar una lágrima franca
ahora que ya
no por cualquier cosa me rasgo
las vestiduras voy
a otorgarles
a ellos
este perdón

 

la estirpe del aguijón
fui picada decenas de veces
como vos ahora
lloré y mordí trapos
pronuncié palabras en lenguas
secretas, sonidos guturales
cuando me ponían, como a vos
ahora, frío en la roncha
decenas de veces vi
a mi pie no entrar en ningún calzado
crecer hasta volverse
globo rojo
conozco la dinámica y puedo
para vos volverla
palabra aunque no sirva
de ungüento: el movimiento equívoco
una pisada fuera de lugar
te ubica de golpe
y porrazo sobre una de ellas
no hay forma de evitarlo
está ahí y tu sola
sombra es amenaza. para vos
o para mí, su reacción
es un clavo inoculando
odio de fuego negro
para ellas es
defensa de la tribu: son infinitas
me la tienen jurada y yo
tramo mi guerra
secreta. ahora vos, hija,
sos mi soldada

 

asimetrías
I.
andar sola, mi juego
era viajar
ojos cerrados
en colectivo y saber
exactamente
dónde bajar
sin apuro sin demora
con el vaivén del estómago
en cada bocacalle calculaba
paciente
el momento

II.
hoy que llega
la primera crema
antiarrugas al botiquín
y mi abdomen
tierra baldía
desierto con estrías
cuelga
moroso
hoy busco
la soledad del inodoro
para jugar
ojos cerrados
a contestar
un audio
con otro
de la misma
duración

 

herencia
me visto de otras para ser
personas por partes
mujeres que dejan
marcas

un poco abuela
sé de tener
carácter
de defender causas
alzando la voz que nace
en lo hondo del cuello
donde anuda su pañuelo

cada una de las fibras
de la lana
del pulover
de mamá
da forma al abrazo
abundante que contiene
carencias

sobre mi hombro el bolso
de mi amiga maga
poeta
guarda un abanico
de estrategias
cuando viene el miedo
meto la mano y encuentro
la suya
para saber que se puede
cinturear
capear un temporal si y solo si
hay una mano
que acompaña

no me quedan las ropa
de mi hija bebé
aunque intenté alguna vez
usar su babero, conservo
su primera batita de algodón
como un talismán

 

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Nina Jäger nació en 1987. Es Licenciada y Profesora en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Cursó la Especialización en Literatura Infantil y Juvenil por la Universidad Nacional de San Martín. Ha trabajado como editora en publicaciones periódicas, en editoriales y en el portal educativo del Ministerio de Educación de la Nación, educ.ar. Dictó clases en diversas instituciones medias, terciarias y universitarias; actualmente, es profesora en la Escuela Secundaria de la Universidad Nacional de General Sarmiento, donde da clases de Literatura a adolescentes. Colaboró con el suplemento cultural Radar Libros, del diario Página 12. Recibió una mención de honor en el concurso Palabras al Mundo (2016). Su cuento “El momento en que estás” fue publicado en la antología Identidades encontradas, editada en 2017 por Norma para la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. Los poemas aquí publicados forman parte de su poemario inédito, Cefeidas. Estos y otros textos suyos pueden leerse en @poesia.puerpera.

Ilustración: Louise Bourgeois «The Empty House»
Fuente
(http://www.rotundamagazine.com/louise-bourgeois-schinkel-jerry-gorovoy-x-marieve-lafontaine/)