Una flecha/Preguntas

Entrevista con OliLu

Karina Eilenberg y Sabrina Gatti Wosner hacen OliLu talleres, un espacio donde se desarrollan diferentes actividades referidas a todos los aspectos y etapas de la crianza que comienza desde la gestación misma.

¿Qué es oliLu talleres y cómo empezó?
OliLu nace a raíz de una necesidad que despertó mientras transitábamos nuestros embarazos y posteriores puerperios. Compañeras y amigas desde la facultad de medicina, nos formamos por separado, una en pediatría, la otra en medicina familiar. El paradigma de salud reinante no nos cerraba, la soledad con la que las familias transitan sus diferentes etapas vitales, el rol del profesional de salud a la hora de acompañar, fueron grandes motivadores para crear un espacio de encuentro que permita reflexionar, debatir, pero sobretodo intercambiar información y experiencia con l@s nuevos ma/padres. Nos parecía que el encuentro circular, tribal, era ciertamente más enriquecedor que la soledad del consultorio. Y así, de a poco, y con lo que nos traían nuestras propias hijas fueron surgiendo distintos temas en torno a salud, alimentación y crianza, y fuimos ampliando la lectura, la investigación y con eso nuestra formación. Realizamos posgrados en esas aéreas, recabamos muchísima información, rescatamos y conocimos autores alineados en este pensar, pero sobretodo vivenciamos desde la experiencia de los talleres (que superan los 100) y aprendimos muchísimo de los consultantes. El primero que realizamos tuvo que ver con el inicio de la alimentación complementaria, buscando otras formas distintas a la papilla, la cuchara, y los productos comestibles ofrecidos para bebés. Invitamos a madres y padres a revisar las elecciones, a preguntarnos desde donde surgen, y a permitir que sus bebés sean sujetos activos de su propia alimentación. Luego fueron surgiendo más encuentros, talleres, charlas, y los espacios de asesoramiento: Charlas de vacunación consciente, Taller de alimentación en edad escolar, Tribus de crianza y manejo de límites, Encuentros de debate en torno a la salud de los más pequeños y muchos más.

¿Creen que estamos viviendo un cambio en la forma de alimentar a los niños?
Sin lugar a dudas la respuesta es sí. Hay una tendencia incrementada en los últimos años de mirar qué le ocurre a los niños, revisar sus tiempos, sus necesidades. Como sociedad hay un intento de cambiar la mirada centrada en el adulto, y registrar a los más pequeños. La alimentación no ha quedado exenta de esto, por suerte. Eso nos ha permitido observar el gran potencial con el que nacen los cachorros humanos. De forma instintiva, conforme van madurando adquieren y despliegan sus habilidades para alimentarse. Sin intervención del adulto. Sólo necesitan alimentos disponibles, y así progresar en su entrenamiento. Es un giro completo en torno a la alimentación infantil. Es un cambio radical de paradigma donde logramos comprender que los niños pueden y quieren comer, solos. La industria, la cultura, y opinólogos varios nos han convencido de que los niños odian la comida. Si no fuera por las preparaciones dulces, los postres, dibujitos y regalos, se dejarían morir de hambre. Se han inventado infinidad de estrategias y productos extraños partiendo de esta falacia. Hace décadas atrás los productos industrializados irrumpieron en el mercado infantil. La alimentación complementaria se llenó de listas que tenían de todo menos comida. Los humanos queremos sobrevivir, para eso necesitamos alimentarnos. Con alimentos, claro. Tengamos 2 meses o 40 años. Como seres de la naturaleza venimos programados de esta forma, los bebés aún más. Solo requieren la oportunidad  de expresar esa biología. Corrernos de eso como padres y madres nos permitirá disfrutar, entender, aprehender al lado de nuestros hijos. Y también les permitirá conocerse a ellos mismos, su hambre, su saciedad, mantener la autorregulación, que no es más que la capacidad de conocerse y estar en equilibrio. De estar conectado con el cuerpo de tal forma de saber qué necesito, y cuando ya no lo necesito. Apelando al sentido común, estamos recuperando el placer de la cocina, e informándonos acerca de los mitos y las reales verdades en torno a la alimentación complementaria e infantil. Eso es un gran progreso. Una vez dado el paso, oyendo a los más pequeños, permitiéndoles ser sujetos activos de su propia alimentación, comienza a aparecer el «qué». Y esa es la otra arista que por suerte está en jaque. La desbordada oferta de productos empaquetados, industrializados y poco naturales comenzaron a hacerle ruido a muchas familias que optan día a día en retornar a las fuentes, a la naturaleza, a comer lo que ella nos brinda.

¿Por qué dar talleres de crianza?¿Qué es lo que más preguntan lxs madres/padres?
A pesar del auge de las redes sociales, del avance ininterrumpido de los medios y formas de comunicación, estamos más solos que nunca. Los nuevos ma/padres estrenan roles con muchísimos cuestionamientos, miedos e incertidumbres que poco logran desagotar en los foros detrás de una pantalla. La familia tribal, la vida en comunidad como la conocían nuestros antepasados ha desaparecido para dar lugar a esta nueva era de núcleos pequeños, aislados en pisos altísimos, lejos, muy lejos de los consejos amorosos de abuelas expertas. Sin conocimiento transmitido generación a generación, sin tradición oral, las madres primerizas comenzaron a acudir a los profesionales de salud con dudas que estos no saben, no pueden, muchas veces no quieren paliar. “ ¿Puede dormir conmigo? ¿Está bien que lo lleve todo el día upa? ¿Se levanta mucho a la noche, es normal? ¿Teta hasta cuándo?” Los pediatras estamos cada vez más formados en torno a la patología y no a la puericultura (entendida como el estudio y práctica de la salud, cuidados y crianza de un niño sano) y eso resulta en respuestas subjetivas y diversas hacia los consultantes en consultorio. A partir de ser madres, y encontrarnos sumidas en esta soledad sin tiempo del maternaje, sintiendo la falta de espacios donde compartir información, y evacuar miedos nuevos, decidimos comenzar a brindar talleres que acompañen e informen. Lugares de sostén, recuperar las rondas, bucear en la crianza. Criar también es cultural, y cada familia merece ser respetada, pero debemos recalcar que las necesidades de los recién nacidos son universales y sus entornos deben conocerlas para satisfacerlas. Las preguntas varían de acuerdo a las historias personales de quienes maternan y paternan, a qué “particularidad” se cuela. La mayoría, sin embargo, gira en torno al sueño, la lactancia, los famosos límites, y el control de esfínteres (si es que dejamos a la alimentación por fuera, por supuesto). Muchas veces cuando se trabaja nuestra propia vulnerabilidad en torno a algunos temas, y entendemos nuestra dificultad para acompañar desarrollos «normales», muchos conflictos se alivian y fluyen mejor. Debemos comprender y conocer los tiempos de la niñez, recuperar la tolerancia a “las cosas de niños” y dejar de pensarlos como futuros adultos, para disfrutarlos como seres maravillosos, completos, puros, llenos de potenciales únicos.

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OliLu es un espacio creado en el 2013 por dos especialistas médicas y mamás para compartir y acompañar la tarea única de criar hijos. Los cursos, talleres y charlas se refieren a las diferentes etapas de la crianza y al acompañamiento y preparación de las futuras madres durante el embarazo. Además de la amplia formación de las coordinadoras y de las integrantes del grupo, las actividades se apoyan – también– en su experiencia personal lo que les imprime un sello muy particular. Un espacio de encuentro, acompañamiento e intercambio para poder disfrutar de una de las etapas más hermosas de nuestros hijos, la primera infancia. Para saber más de los talleres y actividades ver http://olilutalleres.blogspot.com.ar/ o por mail a olilu.talleres@gmail.com