Mi corazón es su primer tambor
se prende a la teta de costado,
de pie, haciendo el amuka
con un salto se cuelga y ahí queda
dando pataditas al vacío
apunta donde quiere y me lleva
a la silla mecedora, al jardín
a la cama, ahí nomás
con besitos de ´ma má´
teti teté TA tet TA
haciendo prprprpr a bocanadas
cuando canta y golpea el pulso
de sus melodías
me mira con sus ojitos rasgados
entre almendras y diamantes
su color permeable a la luz
del espacio y su incidencia maga
en el punto que recorre el iris
nada está quieto en él
herencia llana
de mi línea materna
un regazo, pedazo de cielo
mi hijito León
cuando se prende a la teta
me mima entera con su don
y me hace sentir que su tambor
primero es el corazón del mundo
*
Un corazón
si hay un recuerdo
mágico de mi corazón
es mi mamá
mi cabeza en su pecho
mis brazos rodeándola
y el latir de su corazón
me hacían sentir
que siempre estaba para mí
la frecuencia perfecta
del amor en su guarida
ese misterio preciso
que dice una madre
sin poner palabra
luego bajaba a la panza
y escuchaba con atención
los miles de sonidos
de los fluidos de su estómago
intentando recordar algo
de lo que fue crecer ahí dentro
nueve meses
mientras ella tomaba mate
leía el diario y rascaba
a mi perra Marlene del otro lado
de la cama si es que
no había llegado mi hermano
mi madre no sólo
me ha dado la vida
sino un corazón sensible
para entenderme
cuando he dicho cosas
no felices
en las formas directas
que a veces da la confianza
pero no el cuidado al otro,
pido perdón
lo hice de corazonada
prefiero blando el corazón
haciendo magia en sus reflujos
con tropiezos y suerte amante
los corazones duros
dan poco de amar
y se ponen hoscos
mi mamá me enseñó a
apoyar mi cabeza en su pecho
los domingos por la mañana
y así comprender las pausas
relevos
que aplaude un corazón
cuando no se asusta
para el encuentro
no importa cómo ni cuándo
sólo así late la fe
fortuita en la pasión
que la acuna
*
Sol dorado
un sol enorme encima
hacia el amor
dorado nos empuja
te tengo en brazos recién nacido
y camino en mi música
así te dormís
camino cuando tenés seis meses
con un abrazo de amor
que me deja en la vereda
del agradecimiento
te sostengo y siento
en la entrega de tu cuerpo
y del mío
un amor que rebalsa
y me llena
de una intensa luz
calor que sale
por todo mi esfera
¿hacia dónde va?
hacia nosotros pivotea la vida
cada vez más pinta, surfea la ola
juntos en el gran mar
que me abrazó en el paso
ahora ya
no camino para pensarte,
te corro por los verdes
y vos te movés ligero y ágil
en los charcos, en el río
cuando yo no quiero más
hoy te volví acunar de noche
y sentí ese sol dorado
que me marea de amor
estás por cumplir dos años
¿aún no lo creo? mi chiquito
mi bestia pop, mi sol campante
dormir abrazados o cerquita
este abrazo que curso
en la verdad de la crianza
y esas cosas
pequeñas que dice el dolor
significan toda la vida
puñado que anuncia
mi dorado sol
cubriéndome la esfera
*
Trocitos magníficos
Los pedacitos de puzzle
que arma León
sus manos en movimiento
asocian la luz del color
cierta línea figura, la forma
Él no sabe que sabe
la estructura toca
la materia preciosa
hasta la imagen
y el festejo empieza
a verse entero
A veces salgo a la calle
al pecho los pedacitos
por qué no encajan
los amores, las reuniones
de gente que parece
pulsa hacia la misma
imagen y mientras
degrada con sus yo yo
sus tutú, sus huevo huevo
Hay tardes tediosas que ansío volver
a casa para estar con su melena rubia
en el piso reinventando mi fantasía
hecha piecita de puzzle.
*
Mi rey León
Ay León, a menudo
me pregunto
si seré buena mamá
si te respetaré la cepa
que acá te trajo
a veces sudo el drama
como un rosario, tengas
que aprender al lado mío
lo que bien lo que mal
Ay León, me pregunto
si seguirá creciendo
esto de amarte
sin fin el gesto tozudo
tus pelos al viento
sonrisa de altar
León la intolerancia del rayo
irrumpís las puertas
aprendiste una nueva letra
o con la pirueta
trazaste algún nuevo yudo
nunca sé hasta cuanto me interesa
porque me interesa todo
Recién te mandé a hacer silencio
para leer poesía
me miraste fatal
a menudo pienso hijo
que ya te di lo que puedo darte
las metonimias despliegan sus alas
mi cuerpo se distancia otro pasito
una vez más , no sé que estoy haciendo
la poesía que heredé quiero heredes
la íntima evocación donde lo tuyo es tuyo.
*
El dragón chino
Te va a matar un chino
le dice León a su papá
te va a matar muy muerto
le dice cuando se enoja
¿tan chiquito
y ya hizo migas
con la mafia china
cerca de aquí?
¿todo porque el amor de su mamá
parece que no es sólo para él?
te quiero muy potito,
con el pulgar y el indice
haciendo gesto de pequeñez,
le reafirma a su papá
a vos te quiero mucho
me dice a mí
te extraño muy potito
le dice a él
Mareta se lo toma en serio
y a la noche en la oscuridad
dice
me duele lo de potito
el padre navega
sensible
en una canoa precisa
rindiéndose
al amor del agua
que lleva y trae
en su pecho
no da pelea
ahí espera, quieto
que la tormenta
pase y rebalse de luz
la aurora
mientras tanto
yo huelo
la sangre de dragón
que trajo mi gurí
sangre que pide sangre
es su nueva canción
en la casa no hay papás,
hay solo mamás y Coquis
dice irrumpiendo
un abrazo
¿cómo no reírme
o abrazar esa intemperie
que de fondo abren
sus ojos enredados?
y yo que soy apasionada
aprendo a quedarme quieta
y espero pensar algo bueno
cómo no hacerle la pata,
y si se la hago,
en realidad, estrago
entonces aprendo
a cerrar los ojos
y dejar que su padre
sea con él
así la historia
del edipo
en mi bestia pop.
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Poemas/ Ana Iniesta nació en Buenos Aires en 1983. Publicó los libros de poesía Rebenque en flor, en Ediciones del Citrino y en 2016 León, el pez por Ediciones En Danza. Es egresada de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático. Escribió y dirigió las obras de teatro Esplendor de lo invisible y Caer solita. En el 2017 junto con La banda de la luna sacó su primer disco Alirajú.
Ilustración/ Mariano Junio y Yamila Kliczkowski.