Relatos/Partos

manuel

Por Laura Jaul*

El embarazo de Manuel, mi primer hijo, fue muy deseado. Mi habitual ansiedad no tan moderada hizo que la demora generara mucha más impaciencia, sobre todo mía. Así que ese año y medio buscando parecieron 150 años de agonía. El último mes de búsqueda fue el más placentero en todo sentido. Empecé a practicar indoor cycle. Algo parecido a andar en bicicleta, pero sin moverme y con un ritmo frenético e intenso. Ese embarazo fue gracias a ese mes y medio de bici, pensaba yo en esos tiempos solitarios.

El embarazo fue lo contrario, tranquilo, armónico, con menos stress. Pero tan largo. Casi 42 semanas de ansiedad y amor. Todo mezclado. El obstetra había dado el ultimátum. El 22, un día después de mi cumpleaños, hacemos la inducción. Y el 22 fuimos con Migue a internarnos.. No había dilatación, el pibe no quería salir. Era muy escorpiano para nacer libra. Así que esperó dos días más. Y el 23 indujeron con todo. Contracciones forzadas. Epidural. Todo. Poco respeto. Partera hablando de las zapatillas que se trajo de Miami. Dos veces le bajaron las pulsaciones a 10. El obstetra no venía y yo era como un fantasma. Estaba ahí, invisible y muerta de miedo.

La tercera vez que las pulsaciones bajaron, la partera entró en pánico y llamó a un séquito de locos que vinieron a sacar a Manuel de su nido intra uterino. Lo sacaron “de urgencia”. La anestesista gritó, hay que dormirla. Y yo le dije que no, que por favor me dejara despierta. Me preguntó a qué le tenía miedo, le dije que a morirme. Y me contestó que eso no era una película. Sí lo era, era una de esas malas. Me durmieron. La peleé, pero perdí. Y al rato me desperté con Manu cerca. Blanco. Llorando. Lindo.

Yo seguía en otro plano. Desconectada. Anestesiada. Con frío. Sóla.

Fidel, mi segundo hijo, nació de parto. No iba a volver a pasar por eso, no iba a poner otra vez el cuerpo. Y la luché. Y nació sin anestesia, el acuariano.

De todos modos, mis partos fueron dos experiencias positivas, de ellos nacieron los dos seres más importantes de mi mundo. Gracias por eso.

 

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Ella/ Soy Laura Jaul, nací en Buenos Aires a finales de 1978, primera hija de dos. Libriana inquieta, en crisis vocacional desde que tengo memoria. Estudié Comunicación Social aunque no me recibí pero siempre laburé en contenidos digitales, hasta que, meses después del nacimiento de mi primer hijo, nos mudamos a nuestro paraíso serrano y el ascendente taurino hizo aflorar mi amor por la cocina.
Actualmente trabajo en un restaurante y tengo un emprendimiento de tartas & knishes, dos hijos, un compañero y una casa en la montaña.
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