Semana mundial del parto respetado y las redes se llenan de imágenes, relatos, textos. Y entre toda esa catarata de información vuelvo a revivir en la memoria los míos. Aún no he podido parar para bajar a palabras mi segundo parto y poco he compartido de sus imágenes. Algunas cosas aún están abiertas y precisan cerrarse, que tienen más que ver con procesos internos y lo que fue vivir un nacimiento en medio de una pandemia y lejos de la familia, en otro país después de un embarazo bastante solitario y con poco apoyo. Pero aún así, ambos dos, Tao y Rumi han nacido en la intimidad de nuestras casas, rodeados de ríos, árboles y amor.
Cada parto fue una experiencia de mágicas y misteriosas sincronicidades, llenos de intensidad y potencia, dolor y amor.
En el primero cuatro guardianas guiadas por la poderosa @soniacavia, el padre de Tao y yo transitamos un proceso sinuoso de soltar amarras mentales, de lanzarse a lo desconocido y atravesar un portal muy escorpiano. Hubo miedo, hubo dudas, hubo quiebres pero hubo transmutación. Y un bebé que llegó junto con las aguas.
En el segundo @gabimartinezgrille y @aiala_andrade acompañaron a una Lucía más confiada y segura, mas suelta y abierta, más flexible y dispuesta, a pesar de no ser muy consciente de ello. Que se animó a abrir un poco más el espacio de la intimidad para compartir el milagro que es un nacimiento junto a mi compañero @greguitarra, mi suegra @rittavarez, mi hijo Tao y su padre @rex.y.tao, y mi amiga @juliahenq quién saco estás fotos, registro maravilloso. Tejiendo entre todos la red que hizo que todo fluya de forma leve, tranquila, armoniosa y yo pudiese sentirme cómoda y sostenida para traer a Rumi de este lado.
Le deseo eso a cada mujer que va a parir. Sea en casa o institución, natural o cesárea, que de la forma que sea más que nada se sienta acompañada, sostenida, respetada, cómoda, abrazada, amada, protegida pues tienen la misión divina de traer un ser humano al mundo. Ser humano que merece también ser recibido en un ambiente de alegría y amor, pues un nacimiento es una celebración. Es un trabajo de todes construir un mundo donde esto sea un derecho intrínseco al acto de parir y nacer.
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Lu Puiggros/ Nacida en Argentina, salí de la Capital y con 26 años vine a vivir a Brasil. Trabajo con fotografía hace más de 15 años y después de recorrer diversos estilos, especialmente en el área de la publicidad, y tener un distanciamiento de mi cámara por algún tiempo por no sentirme cómoda en ese ambiente, finalmente la maternidad y la experiencia de vivir en este paraíso que es la Chapada Diamantina resignificaron mis perspectiva de este arte que tanto amo y así comencé a explorar a través del desnudo artístico, la naturalización de los cuerpos reales y la integración de ellos con la naturaleza. Fue así que nació mi proyecto «Back to the roots».
Podés ver más de sus trabajos en: Instagram: @lu.puiggros y @backtotheroots.diamantina (cuenta exclusiva del proyecto). Mail: luciapuiggros@gmail.com