Magia/Poesía

Mariana Chami

Poemas escritos entre 2009 y 2013, mientras fluctuaba entre la creencia y la remota posibilidad de que iba a ser madre pronto.

Surco
Para nacer
tienen que ocurrir
determinados hechos
que se pueden rastrear
en el cuerpo de otro:
son cicatrices,
instancias,
de eso que tuvo que suceder
una o quizás
muchas veces.

…lunares, cortes,
arañitas, manchas,
pliegues, pelos, pecas, arrugas,
puntos rojos, maneras,
fragmentos…

Todo se hace cascarita
y cae
sin querer
en el surco
de otra vida.

 

Aire
Minúscula
intención
echa raíces
y sangre con sangre
sucede un pacto
entre cuerpo y posibilidad.

Al final, crece
adentro
una palabra hasta ahora indecible:
madre.

 

*
Sé que mis manos
están atadas
desde otras vidas.
Una vez
cerré los ojos y las vi:
amordazadas cortadas secas.
Ahora mismo
cómo duele
pinchar esa capa de grasa
justo entre la piel y el músculo.
Toda la densidad del líquido
transita el espacio hueco
dentro de la aguja y perezosamente
continúa hasta la punta biselada
que filosa
rompe y deja marcas
en mis glúteos o en mi vientre.

 

Hija
Estás en mí como próxima a llegar
y eso a veces
parece extraño.
Crece cerca del ombligo
una letra redonda y alegre
que hace de las suyas,
y quizás llegues en otoño
o tal vez el cerezo
te traiga en agosto pronto.
Donde vayas
ahí estaré
como árbol florecido
o ramita sin flor,
lista para entretejer
toda la vida juntas.

 

*
Estoy cosida
y la aguja entre punto y punto
se quedó sin hilo.
La sangre a borbotones
cambia el rumbo de lo cierto:
¿qué se hace con el dolor?
El trayecto hasta lo que quiero
es múltiple y silencioso.
Cada pinchazo despierta
una posibilidad
o la entierra en un instante:
la espera es absurda.

De pronto, toda la tristeza junta.

 

Agujero
Cada forma de lo cotidiano
envuelve un poquito
mi deseo.

Si imagino tus dedos,
tus ojos, tu voz, algo
aviva el fuego de encontrarte
o pierde en un instante
toda posibilidad.
Cada día
el latido te nombra
y no quiero palabras que lo llenen
ni muevan tu ausencia.
¿Por qué no venís pronto?
El reposo
de cada cosa en su lugar ya no es
la mejor forma de entender
lo que sueño.

 

Plegaria
Evoco los días con vos
sin haberte conocido
los pliegues de tus manos
y la certeza
de que pronto
estaremos cerca.

Dejo de ser hija
para que la madre instale
todas sus piezas.

Quererse en un sin fín
de maneras encontrarte
y decir
en voz alta
soy madre.

 

Umbral
No hay ninguna palabra
ni conjuro posible
que encienda
cada una de las letras
que te conforman.
Hay un susurro,
tal vez mágico,
que llega en forma de oración
hasta donde te encuentro.
Lo sé por el borde de las nubes
y el despertar del árbol
que imitan en su núcleo los bordes
y el despertar del amor: la lluvia
se ha llevado la oscuridad
y el fresco de la mañana.

 

Promesa
Otra vez
el día te pierde
en ningún lado
y por donde espíes
vuela el amor.
Sos como dicen
una pregunta, o mejor
una estrella chiquita
que se escapa
y desaparece.
El principio no se sabe
cuándo comienza
¿ahora?
¿nunca?
como un regalo
que viene de sorpresa.
El sueño
te muestra el camino
que el amor te hace emprender.
No dudes:
si mirás el agua, las piedras
las nubes, cada lugar;
ahí estará tu casa.


Dicha
Estás dormida
en mis brazos:
siento tu peso, tu forma
y te encuentro
perfectamente hermosa.
Al despertar
tus ojos son los míos
y el sueño parece real
porque amamanto
una niña así
como vos
de igual peso y forma
y mis pechos florecen al fin
porque el cerezo
dio sus frutos:
rojas cerezas
delicias intensas
caen del árbol
es tiempo de nacer:
chiquita mía, vení
que tu madre (es decir
la que te escribe)
sueña despierta
y te espera
tan pronto
como quieras.

 

Niño
Sucede
cuando la lluvia
importa
un poco más
que el cerezo seco; rama
por rama
solo un colibrí
vuela alrededor

adónde estás
niño
que la hora precisa
de la siesta
se ha esfumado
ya hace rato
largo rato

escondido detrás
del camino de las hormigas
o el gato
en un gesto incómodo
y apretado
te cedió el minúsculo hueco
de la chimenea
allá afuera

contame
cuáles son las razones
los movimientos
exactos y el modo
cierto de encontrarte
uno, dos, diez: treinta y cuatro años
y acontece
el milagro.

 

>>>

Mariana Chami nació en Buenos Aires en 1978. Es redactora y poeta. Da talleres de escritura y realiza acompañamientos de proyectos de escritura. Publicó los siguientes libros de poesía: Territorio del cuerpo (Tierra Firme, 2001), Antes de mí (Nusud, 2004), El amor es esto (Edic. del Dock, 2011), Pura Queja (Peak a Boo, 2012 con ilustraciones de Laura Varsky) y Salvaje (Edic. del Dock, 2013). Integra la antología Poetas argentinas (1961-1980), con selección y prólogo de Andi Nachon (Edic. del Dock, 2007).