Nostalgia del futuro

Eau de vomit enfant

Por Dalia Fernández Walker*

Lado A
Antes de poder procesar la imagen de su cuerpo sentí su olor.
Lisa estaba naciendo. Miré hacia donde estaba y aunque era lejos, lo primero que sentí fue su olor. Físicamente no es posible sentir ese aroma a esa distancia. Pero el perfume sutil llegaba para quedarse: una esencia dulce, suave, profunda, contundente.
Olor a piel, a grasa, a vida. Un olor familiar, como si fuese mío, pero que en el fondo no lo era. Ese perfume entró por todos los poros de mi cuerpo como un rayo en un segundo. Un olor más fuerte que el poder de la mismísima imagen del nacimiento de mi primer hija. Su esencia se instaló en mi cerebro para siempre, un milisegundo de su perfume me llenó entera: esa era mi cría, eso era ser animal.
Después de ese sensación que nos uniría de aquí en adelante para siempre, la vi.
En esos momentos hasta se supera la física: un olor puede viajar más rápido que la velocidad de la luz. Así lo recuerdo yo: primero su olor, después su cuerpo violeta cubierto de líquidos, en manos de los doctores, casi mirándome, llorando, la vida escapando por cada centímetro de su cuerpo.
Cuando me la acercaron para su primer beso, lo confirmé: esa fragancia era Lisa. Primero su esencia, después todo lo demás.
Lisa se presentó con su perfume, no con su imagen.
Es el comienzo de nuestra relación mamífera cuerpo a cuerpo. ¡Bienvenida seas, cachorra!

 

Lado B
Antes de que Lisa naciera, tenía como bien dice Romina Paula, el tiempo todo entero.
Era todo para mí: escribía, trabajaba, viajaba. Era el colmo del egoísmo. Ropa, cenas, paseos, talleres…
Cuando Lisa nació, mi vida se terminó. No exagero, mi vida como era, se esfumó. No es más así, ni nunca lo será.
El pos parto se trató más que nada de aprender a dejar de ser un ser egoista. Soy demasiado egocéntrica para ser madre: amo mis baños de inmersión, mis momentos a solas, mi independecia.
Desde el día en que Lisa salió de mi panza, comparto mi tiempo con ella. La tarea más difícil fue y es cada día, aprender a hacerlo. Dejar de mirarme tanto para mirar a otro ser que me necesita. Sin ir más lejos, en esta parte del texto, se despertó llorando, casi como si supiera qué estoy haciendo… los bebés saben.
El puerperio es el infierno del egoísta.
Se trata solamente de vivir para otro, mientras uno intenta recuperarse de la tarea titánica de parir. Me quiero para mí, quiero estar bien, pero el otro me necesita más.
Durante ese período necesité descargarme a solas, llorar a escondidas, abajo de las sábanas. Soñar cosas horribles, encontrar a quién confesar mis pensamientos terribles. Una de las formas de expresión breves que encontré, pues mi recién nacida no me permitía más, eran estas descargas express en el block de notas de mi celular. Cuando no tenía cómo expresarme escribía una línea. Pensé en tuitearlos a medida que me salían, pero me pareció ridículo exponerme al mundo en ese momento de tanta fragilidad. Ahora sigo frágil, pero acostumbrada.
Acá van los tweets puérperos que nunca publiqué:

-Teta.
-TETA GIGANTE.
-Mis tetas son públicas ahora.
– Por qué llora ese bebe? Si supiera eso  ya no estaría llorando, Sra. (Nico en la clínica responde a la pediatra)
-Mis respetos a todas las madres de este y todos los mundos.
-No pregunto si le dan fórmula cuando se la llevan en la clínica para q durmamos porque sé que sí pero no me importa.
-No le tenemos miedo al bebé. Tenemos miedo a que tenemos que madurar para cuidarlos.
-Soñé que estaba poseída. Estoy poseída, en realidad.
-«Coincidiendo con la mayor ingesta de leche las deposiciones se transforman en amarillentas, desligadas y explosivas». EXPLOSIVAS
-El peor lugar del mundo: la sala de espera del pediatra. Infecto, contrafrente. Gris. Sillas de madera.
-Remera mojada. Qué es esto? Con qué mojé? Con tu leche boluda.
-Puedo volver a manejar!! 😍😍😍😍
-Lo mejor es aislarse.
-Hay que decir a todo que sí y después hacer lo que a uno se le cante el orto.
-Al pediatra todo le chupa un huevo. Me cayó genial.
-Fajada. En varios aspectos.
-Hola Dra! La faja la uso hta q m saquen los puntos? No, 40 días 😬😱 Jajajajaja
-Las tetas de la noche son más solitarias. Si no fuera x el insomnio diría que son las mejores.
-No quiero ver a nadie, en realidad. Fush.
-Mi mamá me manda mensajes con instrucciones: Hacé esto. Punto. Hacé lo otro. Punto. Hacé lo de más allá. Punto. Yo creo que soy igual y me quiero cortar las pelotas.
-Junto leche para un banco de leche materna para prematuros. Se lo cuento a mis amigas. Se lo cuento a Nico. Se lo cuento a mi mamá. A nadie le importa. Yo siento que voy a salvar el mundo.
-Somos unos dementes acá encerrados todo el día.
-«Escala de depresión post parto de edinburgh»
-La gente quiere franquicias de mi negocio. Yo estoy todo el día con un duende que me chupa la teta.
-Creo q la cicatriz de la cesárea me la hicieron como el orto.
-Voy a poner un frasco donde cada uno que quiera opinar sobre mi maternidad lo haga después de poner $100. Así piensan bien lo que van a decir.
-Podés ir a la India o intentar dar la teta. La cantidad de esfuerzo, sacrificio y revelaciones obtenidas son las mismas.
-Cinco días después de parir, comprando pañales: – Ya estás x tener?!. Tuve la semana pasada. (Andate a la puta que te parió)
-Tengo turno c la dra villafañe 14:30. Son 14:40, no se si te podrá atender. Son 10 minutos (acabo de tener un bebé, gracias que vengo hija de remilputa, podría haber llegado 5 hs tarde y fueron sólo diez minutos)
-Tengo una hora con lisa dormida por delante y siento que la vida está a mi disposición entera.
-Eau de vomit enfant, mi nuevo perfume.
-Tocarla a ver si respira. Despertarla a ver si respira.
-«Acordate de grondona: esto también pasará». «Me voy a mandar a hacer su anillo». “Que sean dos»
-Hay días en los q una es mala madre, en serio.

>>>

Ella/ Dalia Fernández Walker es productora de cine, aunque ahora se dedica a ser bruja. Es la creadora de tienda FE, uno de los espacios esotéricos más importantes de Bs As con 6 años de trayectoria. En FE podés tomar sesiones (como lecturas de manos, por ejemplo) formaciones completas (en tarot y astrología, entre otros) y conseguir objetos únicos relacionados al uso consciente de la energía como mazos de Tarot, velas alquimizadas y cristales energéticos. Podés encontrar este maravilloso mundo de la magia en www.somosfe.com.ar o personalmente en Galería Patio del Liceo, Av Santa Fe 2729, PB local 9.